“Sur, paredón y después...” Un rumor de tango aletea en el tiempo ciudadano que se fue, y que no regresará. “Hecho de polvo y tiempo, el hombre dura menos que la liviana melodía”, decía Jorge Luis Borges. La rutina de los pueblos pequeños, la historia en su aspecto de vida cotidiana y anónima es lo que don Miguel de Unamuno llamaba “intrahistoria”. Miles de episodios y de personas alientan diariamente la vida de un pueblo, de una ciudad y definen la identidad o la idiosincrasia de una comunidad.
El pasado vertebra la vida de los hombres. Detrás del paredón de la historia oficial, deambulan en la memoria colectiva personajes sin biografía que dejan sus huellas digitales en el alma de una barriada. En “Tucumán y sus barrios”, Héctor Costilla Pallares recobra ese San Miguel de Tucumán ya pretérito a través de crónicas amables que rescatan personajes, boliches, anécdotas, como si estuviera hablando en voz alta con un amigo. Costilla Pallares trae a la vida ese pasado urbano que siempre es imprescindible conocer porque es parte de nuestra historia.